
La Fundación Colisée y la Universitat de València se unen por la calidad de vida de las personas mayores. Para ello, han firmado recientemente un convenio de colaboración. El fin común: trabajar contra la soledad no deseada , favorecer la inclusión social y la participación de las personas mayores.
La entidad social ha firmado un convenio de colaboración con la Cátedra de Envejecimiento Saludable, Activo y Participativo de la Universitat de València. Ambos equipos trabajarán para fomentar un envejecimiento sostenible de las personas mayores. “Tenemos el propósito de enseñar a las personas a cuidarse y a prepararse para envejecer mejor y sentirse seguras ante el proceso de hacerse mayores”, ha destacado Omar Cauli, director de la cátedra.
Por su parte, Vicente Moros, director de la Fundación Colisée ha señalado que trabajar con la Universitat de València “es una garantía de que los proyectos que llevamos a cabo tienen un respaldo académico, están bien diagnosticados y evaluados. Además, aporta un beneficio mayor al colectivo”.
La investigación al servicio de un envejecimiento saludable
Con anterioridad a la firma de este convenio de colaboración, ambas entidades ya han sumado esfuerzos en beneficio del colectivo mayor. El Grupo de Investigación acreditado “Fragilidad y Deterioro Cognitivo” (FROG) y la Cátedra de Envejecimiento Saludable, Activo y Participativo de la Universitat de València en colaboración con la Fundación Colisée, la residencia La Saleta de Bétera y la Universidad de Bolonia ha evaluado en un estudio piloto pero pionero en cuanto a su realización en personas con deterioro cognitivo. Este estudio ha demostrado que la estimulación mecánica plantar mejora algunas alteraciones de la marcha y el equilibrio, siendo estas muchas veces alteradas en estas personas y que contribuye al elevado riesgo de caída que presentan.
Los trastornos posturales y de la marcha figuran entre los síntomas más incapacitantes en las personas mayores con deterioro cognitivo y otras enfermedades neurológicas. Ya se había demostrado que la estimulación plantar mecánica de puntos específicos de la planta del pie reduce la bradicinesia, aumenta la velocidad y la fluidez de la marcha y disminuye el congelamiento y la festinación en pacientes con enfermedad de Parkinson.
“Hemos llevado a cabo dos estudios piloto en los que hemos observado que el uso de plantillas ortopédicas innovadoras y personalizadas, fabricadas mediante impresión 3D, conducen a una mejora de determinados parámetros posturales y espacio temporales de la marcha. Estas plantillas ortopédicas estimulan la planta del pie a través de una acción mecánica y de presión mejorando la marcha y la estabilidad postural de los pacientes”, destaca Lorenzo Brognara, profesor de podología de la Universidad de Bolonia.
Asimismo, estos estudios demuestran que existe una mejora estadísticamente significativa en la longitud de la zancada y la estabilidad de la marcha, así como una mayor estabilidad en estática. Este innovador estudio abre la posibilidad a nuevos tratamientos para reducir el riesgo de caídas, uno de los grandes síndromes geriátricos asociado a una gran morbimortalidad y costes sanitarios.