Madrid, 10 de diciembre de 2024. Con motivo del 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, la Mesa Estatal por los Derechos de las Personas Mayores, de la que forma parte la FUNDACIÓN COLISÉE, exige un compromiso firme e ineludible para la aprobación de una convención internacional de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas Mayores.
La reciente emergencia humanitaria en Valencia, donde según datos del Centro de Integración de Datos (CID), la mitad de las víctimas fallecidas fueron personas mayores, evidencia una realidad alarmante y persistente tanto en España como en el resto del mundo. Este hecho lamentable, lejos de ser un caso aislado, resalta la situación de vulnerabilidad estructural que enfrentan.

La urgencia de una convención internacional
En un contexto global en donde la longevidad plantea nuevos retos sociales, resulta crucial garantizar que los derechos humanos de las personas mayores sean reconocidos, respetados y protegidos. Ser mayor no disminuye la dignidad ni el valor de la vida; sin embargo, quienes alcanzan esta etapa enfrentan obstáculos como:
• Discriminación laboral
• Acceso desigual a los servicios de salud
• Maltrato doméstico y familiar
• Aislamiento social
• Desprotección en términos económicos y de dependencia
• Falta de mecanismos específicos para garantizar sus derechos

Actualmente, el marco jurídico internacional, europeo y español carecen de una herramienta específica y vinculante que proteja a las personas mayores de manera integral.

Es necesaria una convención para:

1. Visibilizar y poner en valor los derechos humanos de las personas mayores: colocando sus necesidades en la agenda del desarrollo y la justicia social.
2. Establecer un marco legal vinculante: es urgente crear herramientas jurídicas claras y obligatorias para que los gobiernos protejan los derechos de las personas mayores contra el edadismo institucional, un nuevo enfoque con visión de futuro centrado en derechos.
3. Empoderar a las personas mayores: una convención otorga voz y visibilidad, reconociéndolos como sujetos activos de derechos y actores relevantes en la sociedad, además de establecer su derecho a la participación en los asuntos públicos.
4. Actuar contra la discriminación y el edadismo: al contar con cláusulas contra el edadismo, se eliminarán los estereotipos negativos ligados a la edad asegurando el acceso equitativo a servicios, empleo y derechos.
5. Establecer mecanismos de seguimiento y rendición de cuentas: un tratado de derechos humanos que sea jurídicamente vinculante puede dar seguimiento a la convención por medio de comités, denuncias o informes.

Un llamado a la acción por los derechos
La necesidad de una convención internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas mayores ha sido ampliamente respaldada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Experta Independiente de los derechos de las personas mayores, numerosas organizaciones de la sociedad civil y defensores del pueblo de todo el mundo. Todos ellos han señalado de manera clara e inequívoca las graves lagunas existentes en el marco jurídico internacional actual, que solo podrían ser subsanadas mediante una convención.


Por ello, la Mesa Estatal por los Derechos de las Personas Mayores insta al Gobierno de España y a los Estados Miembros a desarrollar una convención que no solo reconozca las necesidades y particularidades de las personas mayores, sino que también garantice su plena protección y participación. Este compromiso es esencial para construir una sociedad que valore y respete los derechos humanos en todas las etapas de la vida, erradicando la discriminación por edad y promoviendo la dignidad y la igualdad para todos.

Manifiesto 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos